"Desde que la humanidad fue consciente de sus deseos de poder, sus necesidades se convirtieron en una fiera hambrienta de insaciable voracidad que han ido destruyendo nuestra esencia racional y nuestras ansias de felicidad...Si combatimos el poder en donde quiera que se encuentre, no sólo estaremos enfrentándonos a los conflictos femeninos actuales, sino que estaremos mejorando este oscuro mundo...Pero, evidentemente, este es un camino difícil que a las mujeres nos cuesta afrontar-no digamos a los hombres-, y por ello, la vida no nos cambia y el mundo sigue cada vez peor."
"Evidentemente hemos pasado el tiempo en que la represión sobre las mujeres en su referente con las “leyes establecidas por los hombres”, se ejercía públicamente; ya que poseídas por “el demonio”, eras seres peligrosos que había que eliminar en la plaza pública para ejemplo y temor del resto del colectivo humano.
Hoy, los sistemas se han sofisticado y ya no es conveniente, ni manifestar la lucha de las mujeres que es ancestral ni la represión de una manera expresa, conocida y difundida de sobra conocemos los silencios de los medios de comunicación ante “temas comprometidos”, de ellas en esta deleznable sociedad."